Los PMs senior y los líderes de PM necesitan vivir en 2 mentalidades distintas. La primera es la mentalidad de confianza y certeza que a menudo es necesaria para hacer las cosas, impulsar las iniciativas a pesar de la oposición, inspirar al equipo y demostrar progreso en un entorno complejo donde todos en la empresa tienen opiniones sobre lo que se debe hacer, pero pocos tienen mucha convicción y aún menos están dispuestos a arriesgar algo. La segunda es la mentalidad más abierta e inquisitiva que es necesaria para entender correctamente a tus clientes / mercado y la verdad sobre si tienes grandes puntos ciegos o brechas de habilidades, si tus esfuerzos de producto están realmente haciendo una diferencia y qué ajustes personales debes hacer para que tu producto triunfe. Si bien cada líder de PM tiene la capacidad de equilibrar las Mentalidades 1 y 2, con el tiempo su día a día tiende a estar dominado por la Mentalidad 1, simplemente debido a la naturaleza de lo desafiante que es hacer las cosas en las empresas y los tipos de incentivos que se establecen incluso en las mejores empresas. El problema es este: si bien la Mentalidad 1 tiene sus méritos en el mundo real y puede funcionar bastante bien en organizaciones escaladas y productos maduros, su falta de apertura es altamente incompatible con lo que se necesita para realmente construir grandes productos y hacerlos exitosos. Aún más problemático es que, si bien la Mentalidad 1 a menudo "hace su trabajo", tiene un costo para el ser humano detrás del líder de PM de maneras insidiosas como: no crecer hasta su máximo potencial como líder, agregar estrés indebido a las relaciones laborales (y personales), sentirse como un impostor y, quizás lo más importante, perder su verdadera brújula. Este último punto merece una mayor elaboración. A medida que cualquier humano pasa casi todo su día en la Mentalidad 1 durante años y décadas, tratando constantemente de proyectar certeza y confianza, intentando superar a cada persona que está al otro lado de la mesa con agilidad verbal y agresión, aprovechando la jerarquía a su favor y contándose historias falsas de cómo su lucha interna vale la pena porque "estoy cambiando el mundo", "me convertí en VP en 3 años", "vivo en este código postal elegante", y así sucesivamente, inevitablemente pierde la apreciación por algunas otras cosas: la alegría en su trabajo, la creatividad y el flujo, la introspección genuina, la búsqueda de la verdad y la importancia de la sabiduría en la vida. Nos gusta jugar los juegos que dominamos. Así que si dominamos juegos de poder estúpidos, jugaremos más juegos de poder estúpidos. ¿Cuál es la salida? Mucho de esto tiene que ver con la personalidad con la que uno está cableado. Si no te gusta estar en la Mentalidad 1 todo el día, naturalmente buscarás una forma diferente. Podrías desconectarte del juego por completo o podrías hacer de la Mentalidad 2 tu personalidad, aceptando el costo profesional concomitante. Podrías encontrar un entorno que se adapte mejor a una combinación de Mentalidad 2 y 1 (a menudo disponible en startups bien gestionadas), en lugar de los muchos entornos que obligan a la Mentalidad 1. Por otro lado, si amas la Mentalidad 1, no hay un problema inherente con ello. Solo es problemático si no estás de acuerdo con su costo personal. Y si para ti el costo personal se vuelve demasiado, este es uno de esos problemas donde el reconocimiento es la solución, el diagnóstico es la cura, y quizás entonces esta publicación sea solo un indicador de la verdad que está frente a ti.