Lanzamiento hoy: SketchMaker 2007-2014 → 4/4 de la colección de Obras Tempranas de Mario Klingeman ↓ Esto es lo que necesita saber sobre el lanzamiento:
SketchMaker es la génesis del viaje de @quasimondo: un proyecto de arte generativo temprano construido en Adobe Flash alrededor de 2007 que marcó su primera incursión en la creatividad de las máquinas. En este trabajo, Klingemann hizo una pregunta radical: ¿Puede una computadora crear de forma autónoma imágenes que "parezcan arte"? Su respuesta tomó la forma de un generador de bocetos procedimentales impulsado por la lógica evolutiva. El sistema ensambló al azar acciones simples de dibujo y procesamiento de imágenes, operaciones "atómicas" como dibujar formas, invertir colores, desenfocar y rotar, en secuencias complejas, esencialmente codificando un simio digital en una máquina de escribir, arrojando pintura a ciegas sobre un lienzo. Cada pulsación de la barra espaciadora producía una composición nueva e impredecible, una hebra visual de "ADN" de operaciones en capas.
Fundamentalmente, SketchMaker no se basó únicamente en la generación aleatoria; Presentaba un ciclo de retroalimentación para refinar su salida. Klingemann ideó un "módulo de juicio", un clasificador personalizado entrenado en ejemplos de arte versus no arte, que analizaría cada nueva imagen y calificaría su parecido estético con obras de arte conocidas. Este proceso evolutivo permitió que el software iterara hacia composiciones que poseían una extraña calidad artística, lo que permitió que el programa aprendiera un sentido del gusto rudimentario mucho antes de que el aprendizaje profundo se convirtiera en algo común.
Conceptualmente, SketchMaker introdujo motivos que definirían la práctica de Klingemann: estética de fallas, creatividad impulsada por el azar y la transferencia de agencia del artista al algoritmo. Las imágenes a menudo surgieron como collages abstractos e irregulares de color y forma, a veces caóticos, a veces inquietantemente armoniosos, que encarnan la naturaleza impredecible de los procesos generativos. Al abrazar intencionalmente las imperfecciones y los "errores" del sistema, Klingemann exploró la belleza del mal comportamiento de las máquinas como una frontera estética, planteando la pregunta provocativa: "¿Quién es el artista ahora?"
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