No son las grandes primicias las que mantienen a las empresas de noticias en funcionamiento. Es su capacidad para fabricar titulares cuando no hay noticias. Era cierto para William Randolph Hearst hace 100 años, y es cierto para las organizaciones de noticias hoy en día. De su biografía: “Hearst tuvo éxito porque era un maestro en construir noticias de la nada. La noticia no es un fenómeno que existe en el mundo real, esperando ser descubierto... un evento se convierte en noticia solo cuando los periodistas y editores deciden registrarlo.” Por eso soy escéptico del ciclo diario de noticias. Tienen que publicar algo todos los días, sin importar cuán insignificantes sean las historias. La cita de Hearst me recuerda por qué dejé la estación de televisión de la universidad: publicábamos historias por el simple hecho de publicarlas, no porque la gente realmente necesitara saber sobre ellas. Y como siempre teníamos que enviar algo, nuestros titulares eran puro relleno y nuestro análisis carecía de la profundidad que la gente necesitaba para entender verdaderamente lo que estaba sucediendo. Mi punto es que las noticias se fabrican tanto como se reportan.