Esta mañana recibí la muy triste noticia de mis padres sobre el fallecimiento de Dust. Era solo una cachorra de 3 años. El doctor presume que probablemente fue un virus que contrajo de otro perro. Cuando encontramos a Dust el año pasado, había sido abandonada sin un lugar a donde ir. La acogimos, pensando que sería temporal hasta que le encontráramos un nuevo hogar. Pero nos enamoramos de ella casi al instante. Se convirtió en nuestra primera perra. No trajo más que alegría y risas a la familia. La vida a veces es injusta, pero me gusta pensar que Dios necesita a sus guerreros más fuertes a su lado. No estoy escribiendo esto porque quiera simpatía. Escribo esto para recordarte que debes notar las cosas a tu alrededor que podrías estar dando por sentado. Ya sean relaciones, salud, riqueza, pertenencias... Porque un día, podrían ser arrebatadas en un abrir y cerrar de ojos sin previo aviso. No esperes hasta que sean recuerdos para darte cuenta de cuánto significaron para ti. En cuanto a ti, Dust, gracias por hacer compañía a mis padres cuando sus hijos estaban fuera tratando de luchar por una vida mejor.
10,63K