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∞ ɪǫ xᴀɴᴛʜʀᴀx
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interesante hilo, pero no creo que los dos sean mutuamente excluyentes en absoluto, de hecho creo que utilizan la misma lógica, la única diferencia es que el primero pinta con primitivas (color, forma, procesos generativos) mientras que el segundo pinta con imágenes, a menudo encontradas, a veces dibujadas. Mi nuevo NFT que llegará a @vvvdotso abordará esto.


proper3 oct, 22:05
Una cosa interesante sobre el schizocollage/traitmaxxing es que plantea el desafío exactamente opuesto al del arte generativo para los creadores.
Para las obras generativas centradas en lo visual, muchos comienzan con una técnica o concepto relativamente simple bajo el capó (ruido de Perlin, campos de flujo, autómatas celulares, etc.). El desafío para los artistas es elevar estos elementos a algo que se sienta fresco y único. Piensa en cuántas piezas de campo de flujo de bajo esfuerzo han aparecido tras Fidenza.
Una vez que un concepto está desarrollado, la variedad proviene de añadir caos al sistema a través de rasgos que hacen que cada obra sea distinta, pero aún cohesiva dentro del espacio de salida más amplio. El riesgo es que demasiada cohesión puede aplanar la individualidad, dejando salidas que se sienten intercambiables. La señal de un algoritmo fuerte es la profundidad y la emergencia: puedes reconocer la colección al instante, pero cada obra lleva su propia identidad.
Con el schizocollage, la base está en el traitmaxxing. Muchas colecciones se leen como una serie de verdaderos 1/1s, construidas a partir de collages de estilos en conflicto y fragmentos culturales. Debido a que el énfasis está en el exceso visual, es fácil perder la identidad, tanto dentro de una colección como a través de diferentes colecciones.
En ese sentido, los creadores de schizocollage tienen que reducir el caos hasta cierto punto para que los espectadores puedan mirar una obra y pensar: “oh, esa es [nombre de la colección].” El truco es mantener el placer de la sobrecarga visual sin caer en el ruido total, encontrar una especie de “voz” reconocible dentro de un formato construido sobre la disonancia. Se trata menos de inventar nuevos rasgos y más de curar límites con ciertas texturas recurrentes, lógicas compositivas o anclas temáticas que den forma al exceso. Los conjuntos de schizocollage más exitosos logran hilar esa aguja: se sienten delirantemente heterogéneos a primera vista, pero cuanto más miras, más se cohesiona la mano de un artista o colección particular.
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