Entiendo tu posición, pero considero que la lealtad hacia los amigos es uno de mis principios más importantes. Siempre lo ha sido. No denuncio a mis amigos ni me uno a ataques en su contra. Nunca. Punto. No porque tenga miedo de hacerlo, sino porque lo considero un acto de traición. No estar de acuerdo es una cosa. Obviamente, debatir públicamente con tus amigos está totalmente bien y es saludable. Pero en mi caso, puedo decir que tengo personas gritando en mi oído constantemente exigiendo que denuncie y condene activamente a mis amigos —me refiero a amigos de verdad, como personas con las que he compartido una mesa— y simplemente no lo haré. Algunas cosas están destinadas a manejarse en privado. La lealtad importa. Otras cosas también importan. Pero la lealtad importa. Cuando alguien que conozco personalmente, a quien incluso he ayudado y apoyado, que podría llamarme por teléfono en cualquier momento, elige en cambio condenarme ante el mundo, lo considero una traición imperdonable. Y no lo haré con nadie más. Y cuanto más exige la multitud que lo haga, más seguro estoy de que nunca lo haré.

Lo que me molesta es cuando la gente afirma que debo denunciar a tal o cual persona o decir tal o cual cosa porque es lo "correcto". Ni siquiera han considerado la posibilidad de que quizás tengo principios diferentes a los suyos. Esos pueden ser SUS principios, pero no son los míos. Uno de mis principios más preciados es la lealtad a la familia y los amigos. Puede que no sea el tuyo, pero es el mío. Así que cuando me acuses de no tener principios, asegúrate de especificar que no tengo tus principios. Y eso es cierto. Pero no soy tú y tú no eres yo. Quizás quieras considerar eso de vez en cuando.