Las principales tendencias macroeconómicas tienden a confirmarse con rupturas decisivas de varios años.   La relación entre las acciones mineras y el oro parece estar haciendo precisamente eso.   A pesar de la reciente fortaleza:   Todavía estamos más de un 70% por debajo de los máximos de hace 19 años.   Esto podría marcar el comienzo de la fase institucional del ciclo, donde el capital paciente comienza a posicionarse para una exposición de larga duración.