Para 2045, la "Singularidad" de Kurzweil no será solo una metáfora, será el sistema operativo de la civilización. En el lado de la IA, las líneas de tendencia son innegables: los modelos están saltando rápidamente de resolver problemas en minutos a problemas que llevarían siglos a los humanos. A mediados de siglo, las IA abordarán tareas que de otro modo requerirían millones de años de esfuerzo humano. Eso no es exageración, eso es lo que ya proyectan las leyes de escala y los puntos de referencia. En el lado de la robótica, el pronóstico de Bank of America muestra que los robots humanoides alcanzarán los miles de millones para 2060, con una adopción masiva de hogares, servicios e industria. Para la década de 2040, tendremos suficientes robots para automatizar completamente la cadena de suministro, las fábricas y todos los trabajos repetitivos o peligrosos. Las "manos" de la civilización serán robóticas y la "mente" será IA superinteligente. Esa convergencia es la singularidad. Un mundo donde el trabajo es opcional, la escasez es diseñada para desaparecer y los problemas que persiguieron a la humanidad durante milenios, desde el clima hasta la enfermedad, se resuelven en décadas. Kurzweil dijo que llegaría alrededor de 2045. Los datos ahora hacen que sea difícil estar en desacuerdo. Esto ya no es ciencia ficción. Es la trayectoria en la que estamos.