Shrek es un relato profundamente dostoevskiano sobre el hombre solitario que se regocija en su sufrimiento porque su conciencia ineludible lo hace consciente de las virtudes morales y la belleza (y de su propia falta de ellas). Protege su inseguridad viviendo en un pantano (un espacio de arrastre o un hogar subterráneo parecido a un búnker) y adopta la aterradora persona de ogro para validar su dolor de ser un paria social, pero la máscara lo aprisiona tanto como lo protege, por lo que se siente alienado incluso cuando tiene amigos o recibe amabilidad.