Rara vez el final de una era ha sido señalado con más gracia que por Jerome Powell. "La Reserva Federal de Kansas City fue sabia al traer al presidente Volcker a este parque nacional hace más de 40 años, y estoy orgulloso de ser parte de esa tradición", dijo Powell, antes de bajar del escenario. Ahora, la Fed se encuentra en un punto de inflexión. Donald Trump está listo para ponerlo bajo curaduría política, allanando el camino para un regreso a la década de 1970; una era de inflación, intervención y credibilidad monetaria erosionada. Para los inversores, este momento es una llamada de atención. En una era de impresión de dinero y dominio fiscal, el único puerto seguro se encuentra en los activos reales: acciones, bienes raíces, oro y, sí, incluso criptomonedas. Porque cuando el valor del dinero se vuelve negociable, el valor tangible es el último refugio.