Hay un momento para ser alcista. Hay un momento para ser bajista. Y sí, hay momentos en los que está perfectamente bien ser neutral y no participar. No cada momento exige un sesgo direccional. Pero algunas personas no pueden evitarlo. Ven el más mínimo retroceso y caen en el modo de "ya alcanzamos el máximo" de fatalismo y pesimismo. Cada vela roja se convierte en un desencadenante de trauma. Cada consolidación se convierte en una señal de advertencia de un apocalipsis inminente. Siento genuinamente por esas personas. Porque cuando escucho a los insta-bajistas, no solo escucho una opinión del mercado, veo una cicatriz. Escucho un trauma del pasado. Me recuerda a alguien que ha sido engañado. En su próxima relación, llevan el peso de esa traición. Se sobresaltan ante cosas que no son amenazas. Sangran sobre personas que no los hirieron. Muchos traders están haciendo lo mismo. Se quemaron en una configuración - tal vez un mal largo durante un falso breakout, tal vez un apalancamiento demasiado alto en un evento de "vende la noticia". Tal vez simplemente confiaron en una narrativa que no se materializó. Y ahora ven cada oportunidad como una trampa. Cada señal alcista es solo "cebo". Cada retroceso es el final. Y predican cautela como si fuera sabiduría - pero a menudo, es solo residuo de la última herida. El discernimiento es clave. Pero el trauma disfrazado de prudencia es solo otra forma de ceguera. No tienes que ser un alcista permanente. No tienes que ser un bajista permanente. Pero si siempre eres "algo"... eso no es estrategia. Eso es daño no resuelto. Cuando llegue el momento, seré bajista. Solo me has conocido durante unas pocas semanas. Y en ese tiempo nunca he tenido motivo para ser bajista. Cuando llegue el día en que desarrolle una convicción bajista, escribiré sobre ello. Pero aún no hemos llegado allí. Ni siquiera cerca. 🫡 Desde las profundidades — La Ballena Blanca 🐋
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