Los narcisistas tienen una forma de arrastrar a las buenas personas a su nivel, y lo hacen de manera estratégica. Una de sus tácticas favoritas es la provocación, donde pinchan, insultan o manipulan hasta obtener una reacción. Una vez que reaccionas—ya sea defendiendo tu posición, defendiendo la verdad, o incluso solo mostrando frustración—cambian el guion. De repente, tú eres el “abusador”, o incluso un “narcisista”, lo cual también es una proyección de sus propios rasgos. Esto es el clásico DARVO (Negar, Atacar, Invertir Víctima y Ofensor). Empujan y empujan hasta que tú empujas de vuelta, luego juegan a ser la víctima y te acusan de ser el agresor. Y si te niegas a participar, te pintarán como frío, indiferente, o incluso “narcisista” por no soportar su abuso. Es un juego sin ganadores diseñado para hacerte cuestionar a ti mismo.
8,76K