Un porcentaje extremadamente pequeño de la población comete la mayoría de los delitos violentos. La mayoría de estos agresores han sido arrestados en múltiples ocasiones. El Director y yo trasladamos estratégicamente los recursos del FBI hacia los bolsillos del país donde se concentraba el crimen violento. Y, cuando combinamos esta asignación estratégica de recursos con la vigilancia de "ventanas rotas" y el análisis de priorización de objetivos, los resultados fueron espectaculares. Las oficinas de campo del FBI, en colaboración con socios de las fuerzas del orden, lograron cifras récord de detenciones y caídas históricas en la delincuencia violenta. Estos son resultados basados en datos que desafían el "análisis" de sillón. Gracias al presidente Trump por devolver las operaciones policiales del país a hacer cumplir la ley y alejarse de la política. Los resultados importan.