Las criptomonedas han sido, en general, cooptadas por dos grupos dispares: los fintech bros y los jugadores de apuestas NEET. El dominio continuo de cualquiera de los dos, o de ambos, sería como mucho una digresión, (y en el peor, una refutación) de por qué debería existir la cripto, pero haría que un puñado de personas ricas se hiciera más ricas.