Puede ser tentador tener empatía por nuestros enemigos, pero necesitamos ser fuertes. Les queremos diciendo la verdad sobre lo que hacen, rezando por su conversión y actuando para poner fin a su comportamiento destructivo. Están aquí para violar, saquear y destruir todo y a todos los que amas. Tenéis que aceptar y entender esta realidad y endurecer vuestros corazones.
Somos buenas personas con buen corazón. Ellos lo saben y se aprovechan de ello. Somos demasiado blandos. Hora de endurecerse.
163