Los bebés nacen con defectos de nacimiento, que se cree que son el resultado de la exposición a los bombardeos israelíes. Hikma Nofa, de solo 21 días, es una de ellas. Su madre recuerda haber inhalado humo de explosiones israelíes mientras estaba embarazada. Ahora, Hikma necesita ser evacuada urgentemente para recibir tratamiento médico, pero el cruel asedio de Israel impide que la mayoría de los pacientes salgan de Gaza.