Recientemente, me di cuenta de que muchas oportunidades a menudo se esconden en la mayor incertidumbre: Cuando parece seguro y lógicamente perfecto, el rendimiento ya tiene un precio: Cuando se ha formado el llamado consenso y la narrativa se ha podrido, la certeza se ha ido; Atrévete a apostar en la ambigüedad para ser elegible para cobrar en la certeza ¡Vamos, vamos, vamos!