La verificación formal se está convirtiendo en una señal de madurez definitoria para el desarrollo de protocolos. Proporciona garantías matemáticas de que la lógica central se comporta exactamente como se especifica, en todas las entradas posibles. Vamos a desglosarlo a continuación.
A diferencia de las pruebas unitarias o las auditorías, la verificación cubre todo el espacio de estado. Esto permite a los desarrolladores probar las propiedades de seguridad, las invariantes y los límites de permisos con certeza verificada por máquina.
La parte más difícil no son las herramientas, sino la disciplina de especificación. Muchos proyectos están bloqueados por suposiciones poco claras, transiciones de estado inconsistentes o un comportamiento contractual indefinido.
La verificación formal fortalece la confianza en la integración para los custodios, los socios de infraestructura y las entidades reguladas. Agrega claridad estructural y elimina la ambigüedad de la gobernanza y la lógica del flujo de fondos.
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