Toda mi vida he sentido a Dios en la luz. Algunos de los momentos más hermosos que he vivido son nadar bajo el agua en los océanos mirando los rayos de luz que caen suavemente a través de las olas. Anoche había rayos de luz cruzando el cielo mientras se ponía el sol, como si estuviera en el océano mirándolo a la edad. Nunca había visto el cielo reflejar el océano de esa manera. Y sé que Dios estaba allí.