Un dolor de garganta se convierte en una bendición disfrazada: uno aprende a medir mejor sus palabras hay belleza en las cosas que no se dicen. cuando las palabras brotan, una manguera contra incendios. ¿Prefieres beber de una explosión explosiva? ¿O un arroyo suave? En otras palabras, un ladrador certificado está aprendiendo lentamente a callarse :)