La vida puede ser muy impredecible. Tanto en lo bueno como en lo malo. Hace unos años, no me importaban las criptomonedas. Todo lo que me importaba era a qué estadio/ciudad iríamos esta semana. Feliz por donde estoy hoy, pero nunca debo olvidar de dónde vengo. Creo que es hora de llamar a algunos viejos frens.
986