Comencé a trabajar en Ethereum en el bloque 4.5 M, hace ocho años. Un amigo me dio un libro sobre Ethereum. La idea de que un contrato inteligente colapsa el acuerdo y la ejecución (o la gobernanza y la ley en el lenguaje empresarial) me dejó asombrado por cómo podría cambiar el poder a nivel global. Hoy en día parece menos controvertido hablar sobre el dinero como una construcción humana, sobre cómo organizamos la realidad en torno a conceptos representacionales. Sigo creyendo que, como cualquier idea ideada por humanos, la idea del dinero necesita ser revisada y modificada regularmente. 20 millones de bloques después, Ethereum sigue atrayendo a personas que traen esta energía de revisión y reinvención. En los próximos diez, quiero ver y apoyar más experimentos. Quiero ver más sistemas de crédito mutuo y monedas cooperativas que motiven a las personas a comportamientos pro-sociales. Quiero ver tokens que representen recursos naturales. Hasta entonces, no olvides los valores que crearon el pequeño pero poderoso movimiento.
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