Los judíos son bienvenidos en Aston. Quienes no son bienvenidos son los hooligans extranjeros racistas y viles. Se gastarán millones de libras del dinero de los contribuyentes para alojar a estos aficionados mientras tenemos servicios públicos en deterioro, recortes en la asignación de combustible invernal, cierre de centros juveniles y aumento en el Impuesto Municipal.