Lo único que realmente quiero es escapar de la matriz. No me importa tener una mansión, marcas de diseñador, o perseguir millones por estatus o poder. Lo que me importa es la libertad. La capacidad de despertarme cada día y decidir cómo paso mi tiempo, en mis propios términos. Desde el momento en que nacemos, la sociedad nos programa para ir a la escuela, obtener buenas calificaciones, trabajar para una empresa hasta los 70, y luego esperar estar lo suficientemente sano para disfrutar lo que queda. No yo. Quiero disfrutar de mi vida ahora. Para mí, el mayor riesgo en la vida no es tomar riesgos... es jugar a lo seguro. Trabajar de 9 a 5 hasta los 70 es la mayor apuesta de todas. Mi mayor miedo es llegar a mis últimos días llenos de arrepentimientos. No quiero ninguno. Quiero mirar atrás y saber que viví la vida en mis propios términos en cada paso del camino. Estoy cerca. Puedo sentirlo. El próximo año es el año en que me libero.