El clúster de GPU Blackwell de 15 mil millones de dólares del Reino Unido muestra cómo los gobiernos están entrando directamente en la carrera de computación. Cuando los soberanos invierten miles de millones, los operadores privados también se benefician, las cadenas de suministro se expanden, la confianza en la financiación crece y la capacidad a nivel inferior se vuelve más fácil de securitizar. La computación se ha trasladado oficialmente al ámbito de la infraestructura crítica. Fuente: