Sigo viendo este titular flotando sobre Israel supuestamente pagando a influencers hasta $7,000 por cada publicación pro-Israel. No he tenido tiempo de investigar si eso es cierto, pero supongamos que lo es por un segundo. Lo que llama la atención es cómo los influencers de la "derecha despierta" están al tanto de esta historia, sin embargo, han estado completamente en silencio sobre campañas de influencia extranjera mucho más grandes. China gasta aproximadamente $16 mil millones al año promoviendo propaganda a través de los medios occidentales. Qatar tiene al menos 250 influencers "de derecha" en su nómina (algunas estimaciones dicen que son hasta 2,000). Rusia, Irán y otros también tienen sus propias redes. Todo esto eclipsa cualquier cosa de la que se acuse a Israel. Entonces, ¿por qué la indignación selectiva? Revela dos posibilidades: 1. Estos influencers están en la nómina de naciones rivales como China o Rusia, que se benefician de debilitar los lazos entre EE. UU. e Israel (especialmente con la expansión de BRICS y con Irán en la mezcla). 2. Simplemente son actores deshonestos que odian a los judíos y están ansiosos por explotar cualquier narrativa que alimente el sentimiento anti-Israel. La influencia extranjera en los medios es un problema masivo. Pero la obsesión unilateral con Israel, mientras se ignoran las máquinas de propaganda mucho más grandes de China, Qatar y Rusia, dice más sobre los influencers que impulsan la historia que sobre Israel mismo.