Hay dos caminos hacia el éxito en el trading. Uno se basa en la razón absoluta, la autodisciplina, el control, y en alcanzar la paciencia y la moderación necesarias en el trading, siendo decisivo. Sin embargo, la vida personal puede ser completamente opuesta al trading. El otro parte de la vida personal, ajustando un estilo de vida relacionado con las cualidades necesarias en el trading, así como la cosmovisión, los valores y la perspectiva de vida. Hacer del trading una parte de la vida, de manera natural, para que así las acciones y pensamientos sean coherentes.

El representante del primer tipo es Livermore, quien después de cada operación exitosa, se encierra en un montón de dinero y se queda allí en silencio durante un día para reflexionar, luego se llena de efectivo y lo gasta todo en una semana. Como compensación y liberación por la paciencia anterior. El representante del segundo tipo es Buffett, quien vive y trabaja de la misma manera; las cualidades necesarias en el trading no las obtiene a través de la autodisciplina y la paciencia, sino que las integra en su vida cotidiana, en todas sus acciones y hasta en los conceptos de palabras.