Me cuesta imaginar cómo cualquier estadounidense -- demócrata o republicano -- puede pensar que una moneda digital del banco central es una buena idea. Demócratas: ¿Quieren que Donald Trump tenga acceso directo a su cuenta bancaria? Republicanos: ¿Quieren que Joe Biden tenga el mismo acceso? ¿Por qué es esto siquiera una conversación? Imagina si solo tuviéramos un proveedor de correo electrónico controlado por el gobierno.