Cuando Charlie Kirk fue asesinado, Jimmy Kimmel no lloró. Cuando los hijos de Charlie perdieron a su padre, Jimmy Kimmel no lloró. Cuando la esposa de Charlie quedó viuda, Jimmy Kimmel no lloró. Cuando sucedieron todas estas cosas, Kimmel bromeó y mintió sobre ellas. Solo cuando la carrera de Jimmy Kimmel estuvo en juego, Jimmy Kimmel lloró. Llorando y baboseando en vivo mientras se hacía la víctima. Nosotros lideramos la carga para sacar a Kimmel del aire porque mintió sobre el asesinato de Charlie. Ni siquiera se disculpó por ello. Nunca lo olvidaré. Tú tampoco deberías.