Los artistas generan miles de millones para las plataformas de streaming, pero solo ven una fracción de ello. De $10B en regalías de Spotify: → $6.5B van a los titulares de derechos → Solo ~$1.6B llega a los artistas Los intermediarios obsoletos desvían valor, dejando a los creadores mal pagados. En Camp, las regalías son transparentes, automáticas y fluyen directamente a los artistas. Al registrar y licenciar IP en la cadena de bloques, los creadores obtienen el control total sobre su trabajo y sus ganancias. La economía rota del streaming demuestra por qué el futuro de la música debe moverse a la cadena de bloques, y por qué se moverá en Camp. ⛺