El presidente Trump está entregando una economía de Edad de Oro. El PIB fue revisado al alza a un muy fuerte 3.8% para el segundo trimestre, impulsado por un alto consumo y ventas minoristas. El regreso de la inversión en capital está ganando impulso, con el gasto de capital aumentando aproximadamente un 15% desde que comenzó el año. ¿La mejor parte? El sector privado y el pueblo estadounidense – no el gobierno – son los beneficiarios.