Después de cada operación, pregúntate: "Si hiciera esto 100 veces, ¿ganaría dinero?" Si la respuesta es "sí", tu operación siempre es una victoria, independientemente de si hay ganancias o pérdidas. Si la respuesta es "no", deja de jugar. Esto reprogramará tu cerebro para desvincularse del resultado de cualquier operación.