¿Cómo verificas que un correo electrónico realmente proviene del remitente? Cada correo electrónico que recibes ya lleva consigo una pieza de criptografía bajo el capó. Cuando se envía un mensaje desde un dominio, el servidor de correo del dominio firma el contenido del correo electrónico con su clave privada. Tu cliente de bandeja de entrada luego verifica esta firma contra la clave pública del dominio, publicada en los registros DNS. Si la firma coincide, sabes que el correo electrónico realmente se originó en ese dominio. Este mecanismo asegura la autenticidad, pero tiene una limitación: no puedes demostrar fácilmente a otra persona que el correo electrónico era válido sin exponer su contenido completo. Las pruebas ZK añaden una nueva capa: en lugar de solo verificar la firma localmente, puedes generar una prueba de que la verificación de la firma tuvo éxito. Esta prueba puede ser compartida con otros, permitiéndoles verificar la autenticidad sin ver el correo electrónico completo. Eso significa que puedes: • Revelar selectivamente solo las partes de un correo electrónico que deseas (por ejemplo, “esto fue enviado por Twitter” sin exponer el contenido completo). • Probar la autenticidad en contextos sensibles (disputas legales, denuncias, mercados) sin entregar detalles privados. • Construir nuevas aplicaciones sobre el correo electrónico como una fuente de datos verificable. En resumen, las firmas de correo electrónico ya prueban la autenticidad en tu bandeja de entrada. Las pruebas ZK hacen que esa autenticidad sea portátil, privada y verificable en cualquier lugar. Profundiza más con @yush_g, fundador de @zkemail, y su presentación en nuestro reciente evento en @frontiertower, SF: